viernes, 18 de diciembre de 2015

Navidad es negocio

Hace unas horas paseaba por Plaza Norte y veía como cada estantería mostraba las super ofertas, veía a gente con montones de prendas en la caja de una tienda por departamentos, a mamás con unas Caterpillar, Minions y otro tipo de juguetes. ¿Acaso será la navidad la fiesta de las tiendas por departamentos? ¿No estaremos llevando la navidad a un vacío?

Yo me pregunto que pasa con aquellas familias en las que solo un miembro de la familia trabaja ¿podrán darle el regalo prometido a sus hijos? ¿no deberían priorizar gastos? Porque un regalo no es precisamente una inversión. Si se le regala un juguete a un niño, le servirá unos meses, luego crecerá lo desechará o lo donará. Si es ropa, igual. El niño crece, ya no le queda, se lo pasa a su hermano menor o lo dona. Si es un libro, es cuestionable. Eso si le va a servir y lo va a seguir utilizando por mucho más tiempo.

Sinceramente, es raro que un padre le regale a su hijo o hija un libro. A mí nunca me regalaron libros en las navidades, yo debía comprármelos cada vez que viajaba a la capital de la primavera, mi querido Trujillo.

Mi amor por la lectura surgió cuando estaba en finalizando la primaria. Mi aliado favorito en Trujillo era la Librería Ideal. En aquellos tiempos no había Crisol o Zeta Bookstore, sólo confiábamos en las pequeñas librerías y los kioskos.

Volviendo al asunto de la navidad, creo que esta fiesta emociona más a los niños, porque no saben que van a recibir, así que están a la expectativa; pero con un joven o un adulto la emoción no es la misma. Es como cuando hacen ese juego del amigo secreto, tú siempre andas cruzando los dedos para que recibas algo que te sirva. La última vez que jugué al amigo secreto, nuestra jefa nos dijo que postearamos en un grupo de Facebook nuestras 3 opciones de regalo para no quemarnos. Gracias a eso recibí la historieta que tanto quería, el número exacto, tal cual estaba posteado. Aquel día fui muy feliz, a pesar de que me tocaba trabajar y de que nos hicieran tomar nuestro chocolate y panetón rápidamente para salir a campo. 

Yo tengo un par de primos chibolos que son super caprichosos. Si no les gusta su regalo miran mal a quien se lo dio. A mí me enseñaron que a caballo regalado no se le mira el diente. Y si alguna vez quería protestar, mamá me pellizcaba y decía: “Da las gracias, sonríe y vete con tus primos”.
No recuerdo si nos colocábamos a comparar a quien le habían dado algo más loco. No tengo idea de cómo harán los niños hoy. 

Yo viví unos años en la ciudad de Piura y nunca recibí unos lentes de sol, una gorra, un sombrero o un bloqueador solar como regalo, pero felizmente una de mis tías si tomó en consideración eso y me regalo una maleta. Fue muy chévere saber que alguien si analizo qué era lo que necesitaba.

En el caso de las empresas debe pasar algo parecido. Hace unas semanas discutíamos sobre qué regalarle a nuestros clientes y parecía que lo que nosotros podríamos ofrecer, nuestros competidores lo hacían todos los años, por lo que debíamos seguir buscando opciones.

Necesidades. Eso me recuerda una promoción que escuché en la radio sobre una compañía de telefonía que ofrecía a las 500 personas que compraran su equipo, un mes en un conocido gimnasio de la ciudad para estar regio o regia en el verano. Interesante propuesta, ¿por qué no lo habrán presentado antes?

Con toda esta algarabía por el estreno de Star Wars el despertar de la fuerza, otra compañía de telefonía ha ofrecido a sus clientes entrar en un sorteo para unas entradas a la Comic-Con 2016 que se realizará en Dubai. Sólo falta que algún banco también quiera hacer eso, Al menos tengo la ligera impresión de que alguno de ellos querrá sacar su tarjeta de Anakin, Chewbacca o algún personaje de La Guerra de las Galaxias.

No niego que la comunicación sea una necesidad, pero esas ofertas cruzadas me parecen super manipuladoras.

Me pregunto si la gente se da cuenta de cómo son manipulados por las promociones y otros estímulos externos. Diciembre es el mes de las promociones en especial en supermercados y tiendas por departamentos.

Si vas a una tienda y ves un super cartel con la oferta de 3x2 ó 2x1, es difícil resistirse.

La música juega un papel fundamental. Hoy andaba por una de esas tiendas y sentí que quien manejaba la música estaba jugando con nosotros porque la colocaba rápido por momentos y luego cambiaba a ritmos que te relajaban. ¿será idea mía? ¿será neurociencia? Manipulación de los sentidos le llaman algunos.

Quizás en el amor y los negocios, todo vale. Juzguen ustedes mismos.

Un abrazo.