lunes, 17 de noviembre de 2014

Un nuevo panetón entra en la cancha...

Hola nuevamente mis estimados!!! Hace unas semanas vi vallas publicitarias que indicaban que Alicorp presentaba al mercado un nuevo producto : El panetón Blanca Flor.

Los comerciales me parecieron muy interesantes. El empaque del panetón Blanca Flor (en bolsa y caja) son muy chéveres. Dentro de toda la gama de colorines verdes, amarillos rojos, se abre paso una bolsa y una caja blanca que te invitan a que los pruebes mediante su slogan: "Hecho con la harina de tus mejores recuerdos". A mi parecer, ése es un potente insight que la empresa ha sabido direccionar; pero para comprobar que en verdad puede despertar en mí todos esos sentimientos de nostalgia, por aquellos tiempos en que mi madre preparaba fabulosos queques para la familia los fines de semana, sólo quedaba un camino, comprarlo. Fue así que compré uno de bolsa a S/.20.00 pues me dije: "si voy a probarlo, no interesa que venga en caja", así que pagué y lo llevé a casa. Lo abrí y al instante percibí un olor dulzón muy agradable, lo saqué de la bolsa con cuidado y tenía buena pinta, no lo voy a negar, corté una tajada y la cantidad de fruta confitada que tenía era impresionante (casi tanta fruta como un Todinno), lo probé y me pareció muy rico. En una escala del 1 al 5, le colocaría 5.

Lamentablemente, no todo es perfecto con ese panetón, el color que tiene no es muy atractivo una vez que lo cortas. Se convierte (visualmente) en un panetón común y silvestre de panificadora.

Si bien es cierto el sabor es una cualidad muy valorada al momento de elegir qué panetón se comprará, también consideraría que el color de esa tajada sea uniforme, bella, atractiva, no super amarilla (que según unos colegas es debido a la tartrarzina). Ojo, hay varios aspectos a considerar al momento de la compra, pero en mi caso particular, como yo lo comparto con mi familia y ellos son muy fijones, busco un panetón visualmente atractivo.

Me imagino que Alicorp hizo una campaña de degustación en supermercados, pero no sé si los consumidores se fijaron en ese detalle. Otros panetones no se ven así, tienen una finura, algo especial una vez que están servidos en una bandeja.

Un amigo me dijo que lo que esperaba al comprar el panetón Blanca Flor era sentir lo mismo que el crítico que probó el Ratatouille en esa conocida película animada (quería sentir algo como un flashback a su infancia). Aún no le he preguntado si ha sentido eso, pero ciertamente el sólo hecho de ver ese logo, esa tipografía en una caja ya te genera un recuerdo y una expectativa.

El panetón Blanca Flor cubrió mis expectativas a duras penas. Sinceramente, me hubiese encantado que las superara, pero parece que en la mesa de mi casa aparecerá otra marca de panetón esta navidad.

Cómo irán sus ventas en estos meses, aún no lo sé, pero ciertamente ha venido para darle batalla a muchos panetones. Que destrone a los panetones italianos, lo dudo, pero que cautive a una parte del mercado, es muy posible.

éxitos gente!!!








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